Esta vez la víctima es una simple usuaria de tarjeta de débito del Banco de Reservas, quien estando en Santo Domingo el doce de junio del 2019, recibió una llamada telefónica de parte de empleados del banco informándole que su tarjeta de débito estaba siendo usada en ese momento en Rusia.
La víctima rechazó la transacción de forma contundente, pero el banco no pudo detener a los usurpadores rusos quienes completaron no solo uno, sino otros dos consumos por un monto equivalente a más de 17 mil pesos dominicanos.
Pero el banco no solo falló cuando trató de impedir la transacción fraudulenta, sino que volvió a fallar cuando la víctima formaliza su reclamación y solicita la devolución de los recursos sustraídos.
Al parecer el fraude fue realizado de forma tan perfecta que el banco no encontró nada anormal, ni siquiera el detalle de que la usuaria de la tarjeta de débito se encontraba en Santo Domingo, y los usurpadores en Rusia. El banco rechazó la reclamación de la víctima según documentos anexo.
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Pero no solo el Banco de Reservas carece de las herramientas para superar a los usurpadores Rusos de las tarjetas de débito de la institución, sino que también la Superintendencia de Bancos se quedó corta cuando el caso le fue llevado por la víctima que procuraba ser resarcida por una daño que el Banco de Reservas logró detectar en el mismo momento en que estaba siendo cometido, pero que no logró impedir por carecer de los recursos tecnológicos adecuados.
La Superintendencia de Bancos investigó el caso sin mejores resultados. La víctima quedó en un estado de indefensión total.
Los usurpadores rusos se salieron con las suyas. Los rusos parecen estar muy avanzados en materia de vulneración de seguridad digital, y se han visto involucrados en grandes fraudes a escala mundial.
Por eso usuarios dominicanos están solicitando a las autoridades que bloqueen todo tipo de transacciones con Rusia, hasta tanto las instituciones financieras dominicanas superen sus debilidades en ese sentido.
La víctima rechazó la transacción de forma contundente, pero el banco no pudo detener a los usurpadores rusos quienes completaron no solo uno, sino otros dos consumos por un monto equivalente a más de 17 mil pesos dominicanos.
Pero el banco no solo falló cuando trató de impedir la transacción fraudulenta, sino que volvió a fallar cuando la víctima formaliza su reclamación y solicita la devolución de los recursos sustraídos.
Al parecer el fraude fue realizado de forma tan perfecta que el banco no encontró nada anormal, ni siquiera el detalle de que la usuaria de la tarjeta de débito se encontraba en Santo Domingo, y los usurpadores en Rusia. El banco rechazó la reclamación de la víctima según documentos anexo.
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Pero no solo el Banco de Reservas carece de las herramientas para superar a los usurpadores Rusos de las tarjetas de débito de la institución, sino que también la Superintendencia de Bancos se quedó corta cuando el caso le fue llevado por la víctima que procuraba ser resarcida por una daño que el Banco de Reservas logró detectar en el mismo momento en que estaba siendo cometido, pero que no logró impedir por carecer de los recursos tecnológicos adecuados.
La Superintendencia de Bancos investigó el caso sin mejores resultados. La víctima quedó en un estado de indefensión total.
Los usurpadores rusos se salieron con las suyas. Los rusos parecen estar muy avanzados en materia de vulneración de seguridad digital, y se han visto involucrados en grandes fraudes a escala mundial.
Por eso usuarios dominicanos están solicitando a las autoridades que bloqueen todo tipo de transacciones con Rusia, hasta tanto las instituciones financieras dominicanas superen sus debilidades en ese sentido.